Con la llegada de las altas temperaturas aumenta la presencia de mosquitos y es muy importante garantizar la correcta protección de los más pequeños de la casa frente a agentes externos
En primavera y con el verano a la vuelta de la esquina, los bebés y niños pequeños requieren de cuidados especiales tanto en la piel como en los ojos. A veces, los padres tienen dificultades sobre cómo abordar esa protección, al existir cierto desconocimiento acerca de qué productos pueden utilizar, especialmente en lo que a las molestas picaduras de mosquito se refiere.
En zonas de costa o próximas a ríos, es frecuente la presencia de mosquitos, lo cual hace muy molesto el paseo o la estancia de los niños en ambientes exteriores o interiores. Para combatir las picaduras de este incómodo turista, Gema Magdaleno, matrona de Atención Primaria y encargada de dar pautas a los padres para el cuidado de la piel de los bebés, nos ofrece algunos consejos:
La mayoría de las picaduras tan solo producirán una reacción local (inflamación, picor y dolor) y no son realmente graves para la salud del niño. Si se produce, es recomendable lavar bien la zona y aplicar un producto específico para aliviar los síntomas. Por el contrario, es muy importante no aplicar remedios caseros como barro o dentífrico, ya que pueden llegar a producir infección. Tan sólo si se ve que el niño tiene otros síntomas como fiebre o malestar general, será preciso acudir al pediatra.
Los repelentes tienen compuestos químicos, sometidos a un riguroso control, que los permiten identificarse como tal, a diferencia de los protectores naturales que no incluyen fórmulas biocidas, por lo que pueden ser utilizados por menores de 12 meses. Los protectores naturales pueden aplicarse cuando resulte necesario, mientras que los repelentes tienen una frecuencia de uso más limitada.
Chicco cuenta con la gama más amplia de protectores frente a agentes externos: tanto lociones naturales como repelentes. Su loción natural con aceites de Melisa y Andiroba, conocidas por ser sustancias de aroma repelente para los insectos, tiene propiedades hidratantes y carece de añadidos químicos. Además de estar testado dermatológicamente y ofrecerse en crema o spray, puede ser empleado en bebés de más de 2 meses garantizando hasta dos horas de protección. El repelente antimosquitos está indicado para niños mayores de 12 meses, dada su fórmula especial, y su eficacia testada garantiza una alta protección (hasta 6 horas), incluso contra el mosquito tigre.
Y no solo es importante la protección de la piel durante los meses de verano, los ojos son uno de los órganos que más expuestos están a los rayos solares UVA y UVB. Es por ello por lo que resulta fundamental garantizar esa protección con unas gafas de sol homologadas como las creadas por Chicco, cuya gama va desde los 0 meses hasta los 5 años. Estas lentes de policarbonato tienen alta resistencia a golpes y arañazos; son flexibles y se adaptan a la cabeza del pequeño; y garantizan una protección del 100% UVA Y UVB.