Tazos, Peonzas o Cubo de Rubick ya tienen sustituto: el Fidget Spinner. ¿Dónde está la gracia del último juego de moda? El Spinner es un artilugio que en sí mismo no tiene nada malo, pero que, según avisa la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), con un uso indebido, podría llegar a resultar peligroso.
Han bastado un par de meses para hacer del Fidget Spinner un sencillo dispositivo de origen incierto (al parecer fue creado hace años para mejorar habilidades de concentración), el juguete imprescindible de la temporada, el objeto de deseo de los más jóvenes... y de los más modernos.
Literalmente Fidget significa agitar nervioso los pies, los dedos o un objeto en las manos, y Spinner girar. Y el Fidget Spinner es el juguete de moda. Nos ha pillado por sorpresa, y eso que ya en diciembre de 2016 la revista Forbes declaró al fidget spinner como un juguete de oficina imprescindible en 2017. Pero ha sido con la llegada de la primavera cuando estos juguetitos giradores se han convertido en lo último. Respaldado por sus pretendidas alegaciones para calmar la ansiedad, hiperactividad o nerviosismo, ha conquistado a niños, siempre hambrientos de novedades, y a no tan niños, que ven en las acrobacias de Fidget Spinner una práctica de lo más trendy.
A simple vista es un artilugio inofensivo. Consiste en un eje central y unas aspas (al menos dos, normalmente 3 o 4), que se hace girar con los dedos. Es una suerte de peonza de mano: el Fidget Spinner gira sobre si mismo, gracias a los movimientos que se realizan con los dedos.
Hay Spinner de muchas formas diferentes, combinaciones distintas de materiales y muchos colores.
El precio es también muy variable, los primeros podían llegar a superar los 100 euros, y ahora los de gama "más alta" pueden llegar a costar fácilmente 20 euros, pero en los bazares chinos o en tiendas online se pueden encontrar por unos 3 euros.
Quien lo use ejercitará ciertamente la destreza y coordinación manual... aunque de ahí a decir que calme los nervios o mejore la concentración, va mucho. Desde luego, distrae, como bien saben los profesores que llevan semanas luchando con los alumnos que pretenden usarlo en medio de clase.
Aunque juegan con él hasta los niños más pequeños: no está etiquetado como juguete. La mayoría de los giradores que hemos encontrado en el mercado no tienen el marcado CE obligatorio para los juguetes, Todos esos spinner están incumpliendo la Directiva de juguetes, obligatoria en la Unión Europea. No obstante, hay algunos que se venden con toda la información "en regla".
A primera vista es un juguete sólido e inofensivo que no muestra peligros evidentes, pero un uso intensivo, el de la propia actividad, hace que se desprendan por sí solas las tapas que cubren los rodamientos. A partir de ahí no es difícil extraer los rodamientos del molde de plástico en el que van encajados a presión. Tanto tapas como rodamientos son piezas pequeñas que pueden atragantar a los niños de menos de tres años.
No tenemos constancia de ningún control en cuanto al tipo de plásticos utilizados, aditivos, metales pesados, compuestos orgánicos, etc.
En esas condiciones, a nuestro juicio, los spinner no reúnen los requisitos de seguridad obligatorios para que los niños pequeños puedan jugar con ellos.