Cayetano se queda con un solo trofeo en la corrida en la que más disfrutó el público con los toreros y con los astados.
David Fandila, El Fandi, abrió la puerta grande del Coliseum por segunda vez en esta Feria en la cuarta del ciclo de San Pedro y San Pablo. El público premió dos faenas llenas de orgullo, tesón, trabajo y entrega. En su primer toro, uno de los mejores de la Feria de 2019, el granadino tiró de oficio y mostró el lado más espectacular. No es el más purista o torerista, pero tras la decepción de ayer, el respetable necesitaba alegría. Y El Fandi se la dio.
Se enfrentó a un morlaco enorme, de 640 kilos, de nombre Gemelo, negro, que la primera embestida desencajo las tablas junto al burladero del sector B; y que en la segunda, hizo lo propio con las del sector F. Temible.
Y ahí empezó todo. El Fandi encandiló al público con sus tres pares de banderillas al primero de la tarde y el torero granadino tuvo que saludar desde el centro de la plaza. Con el público en el bolsillo, dedicó la faena al respetable y arrancó los olés con sus primeros lances de muleta de rodillas en el centro del albero.
Todo lo demás, a pesar del peligro del astado, fue coser y cantar hasta la estocada. Una faena para la galería. Remato con la espada, un pelín trasero el estoconazo, pero efectivo, y Gemelo acabó por refugiarse en las tablas. Dos orejas merecidas y asegurada la puerta grande.
En el segundo de su lote, al que también le puso los garapullos, volvió a lucirse en lo que el toro le dejó. Y con la misma traza que en el que abría plaza, cuajó una faena muy plástica y acertada que el público volvió a premiar con un trofeo.
Cayetano no desmereció en su primero, el segundo de la tarde, la faena anterior; más sobrio, recibió con buenos capotazos a Batidero otro morlaco enorme, de 645 kilos; el madrileño, de estirpe torera por parte de padre y madre, y un toreo más académico, supo sacarle partido a sus dos oponentes, más y mejor al primero de ellos. Pero el toro era de menor calidad y fuerza que su hermano, Gemelo.
Antes del momento cumbre, de la suerte definitiva, Cayetano se atrevió al toreo hincando la rodilla y culminando con tres pases de pecho de bella factura a los que el público respondió con aplausos. Tras una buena estocada, el publico le otorgó un merecido premio.
Toñete tuvo el lote más complicado, y el tercer toro, Cornupeta, de 570 kilos, salió despistado al ruedo pero el diestro se tuvo que aplicar a fondo para sacarle, con mucha volunad y trabajo, una docenas de buenos pases, a los sones del pasodoble dedicado a Rafael Pedrosa, que levantó la faena y culmino con una gran estocada. Oreja muy trabajada para el madrileño.
Sentador fue elque cerró plaza y le buen hacer de Toñete también fue recompensado con una oreja.
Para la jornada de hoy, corrida de rejones para cerrar una feria desigual en la que han triunfado Ferrera y El Fandi con los dos mejores toros de la feria.