El museo ha ido evolucionando en estos años, de modo que se ha enriquecido con dioramas, réplicas de esqueletos y estatuas de dinosaurios. A la vez se ha desarrollado una labor de investigación que ha contribuido a difundir el valioso patrimonio de esta comarca burgalesa.
El museo está ubicado en la Plaza Mayor de Salas de los Infantes. Tiene su origen en la amplia colección que el Colectivo Arqueológico y Paleontólogo de Salas donó al Ayuntamiento de la localidad.
La comarca de Salas de los Infantes ha sido históricamente una zona conocida por la gran cantidad de fósiles que atesora. De hecho la primera excavación de dinosaurios que se realizó en Castilla y León fue dentro de ella. Muchos han sido los hallazgos desde entonces y buena parte de ellos pueden contemplarse en una visita a este Museo.
Uno de los hallazgos más importantes que se pueden observar en el Museo son unos restos óseos de un Rebaquisáurio, dinosaurio emparentado con otros de su especie de África y América del Sur.
Espectacular ha sido el resultado de las tres campañas de excavaciones realizadas en el Yacimiento de Oterilio II, en el que han aparecido los restos de un esquelto semiarticulado de un gran dinosaurio saurópodo de unos 25metros de longitud.
Estos, no estuvieron solos, ya que restos de cocodrilos, tortugas peces del Mesozoico les acompañan en la exposición. Todo el sureste de la provincia de Burgos es rico en restos de madera fósil, por lo que el Museo cuenta también con ejemplares únicos en toda la Península Ibérica.
La suma de estos hallazgos pueden reconstruir un ecosistema mesozoico de hace unos 120 millones de años, de manera fidedigna.
Salas del Museo
La primera de las dos salas está dedicada exclusivamente a la presencia humana en la zona. Hay piezas de todas las épocas que nos permiten conocer los diferentes grupos humanos y culturas que dejaron su impronta en estas tierras.
Artísticas ilustraciones muestran retazos de la pequeña historia de las gentes que desarrollaron su vida. Segadoras neolíticas, un fundidor de la edad del bronce en su horno o una calle de una ciudad romana, son algunas de las pinturas elegidas para complementar los diferentes materiales de cada cultura.
También se puede disfrutar con mucho rigor científico de cómo era un dolmen megalítico, el interior de una casa celtíbera con un telar o un altar romano donde se exponen estelas originales de esa época. El museo cuenta con una réplica en piedra caliza del arco visigótico de la ermita de Quintanilla de las Viñas, una de las obras cumbres de este tipo de arte en España.
En la segunda sala nos podemos adentrar en el mundo de los dinosaurios. Muchas de las piezas tienen un enorme valor científico y algunas son únicas.
Una ilustración a tamaño natural ocupa la pared frontal de la sala. Representa a un Ifuanodonte pacífico herbívoro que vagó por las márgenes del inmenso río que cruzaba esta zona hace 120 millones de años. Se pueden contemplar diversos huesos de este dinosaurio, de más de 8 metros de longitud y 4 de alzada. Algunos de ellos en una atractiva maqueta que presenta una hipotética excavación de un yacimiento de fósiles de este animal.
De otros herbívoros, los hypsilofodóntidos, se conservan gran cantidad de partes de todo su esqueleto. En estos dinosaurios destaca la esbeltez de su cuerpo y extremidades, lo que pone de manifiesto su condición de ágiles corredores.
También se muestran tres espinas defensivas de un dinosaurio acorazado llamado Polacanthus, algo de gran relevancia para la colección debido a la escasez en el registro fósil europeo de este dinosaurio.
No faltan enormes huesos de dinosaurios saurópodos; vértebras, restos de sus enormes extremidades columnares y dientes. Son buenos ejemplos de estos gigantes de todos conocidos, como el Diplodocus o el Brachiosuario. Colmillos, afilados como dagas y finalmente serrados son atribuidos a dinosaruios carnívoros como el Megalosaurio, el Allosaurio o el Barionyx.
De entre todas las piezas que conforman la exposición, quizás las que más asombren al visitante sean los huevos fósiles de dinosaurios, llegados hasta nosotros millones de años después de que una madre dinosaurio los depositara. Se expone parte de un nido, así como un huevo completo quizás de la misma puesta. Han sido atribuidos a Titanosaúridos, dinosaurios saurópodos de unos 20 metros de longitud, que nidificaban en grandes colonias a orillas de lagos y pantanos.
Además existen varios ejemplos de vegetales fósiles de aquella época. Troncos de helechos arborescentes, cícadas y fragmentos de coníferas muestran la cobertura vegetal de tipo subtropical que acompañó a los dinosaurios.
Te animamos a conocer un mundo tan apasionante como es el de los dinosaurios en un pequeño museo de la localidad burgalesa de Salas de los Infantes.
HORARIO
Martes a Viernes
10:00 h. - 14:00 h.
16:30 h. - 19:30 h.
Domingos y Festivos
10:30 h. - 14:30 h.
Sábados
10:30 h. - 14:30 h.
17:00 h. - 20:00 h.
Lunes
Cerrado
19:38
17:48