Del 28 de agosto al 7 de septiembre, el Festival Internacional de Mujeres Creadoras de Castilla y León (+FIMUC) levantará una monumental instalación participativa que reproducirá en cartón reciclado el antiguo puente medieval sobre el Arlanza
En el corazón del Parque Natural de La Yecla y los Sabinares del Arlanza, el festival +FIMUC se prepara para una de las acciones más significativas de su 7ª edición: la construcción de un puente monumental en cartón reciclado inspirado en el antiguo puente medieval de Covarrubias, hoy transformado drásticamente por la llegada de la modernidad y el tránsito rodado de vehículos. Esta acción, que tendrá lugar a lo largo de dos semanas de trabajo colaborativo, estará dirigida por el artista francés Olivier Grossetête y contará con la participación directa de habitantes del municipio, niñas y niños, asocia- ciones, voluntariado y artistas del entorno de +FIMUC.
"Tendiendo puentes al medio rural" es el título de este proyecto que convierte el arte en acción colectiva y la arquitectura efímera en herramienta para pensar el territorio. El puente se levantará sin maquinaria, sin estructuras metálicas, sin andamios, únicamente con cajas de cartón recicladas, cinta de embalar y muchas manos trabajando juntas. Al final, una gran estructura de más de treinta metros de longitud cruzará de manera simbólica el cauce del Arlanza, en paralelo al lu- gar donde durante siglos existió el antiguo puente, cuyo rastro arquitectónico y sentimental aún perdura en la memoria local.
El proyecto recupera así una pieza clave del paisaje y del imaginario colectivo de Covarrubias. Según documentación histórica, el puente original fue derruido a finales del siglo XIX para facilitar el tránsito de la nueva carretera, lo que llevó a la demolición de su torre almenada y a la reformulación de su curvatura medie- val. Fotografías al colodión del siglo XIX, como la conservada por la familia Renes
y publicada en un detallado artículo de Luis Alonso Tejada en la revista local Ecos de la Villa, muestran un perfil inconfundible: cinco ojos de medio punto, calzada de piedra y una torre defensiva en su extremo, que servía como fielato -lugar de cobro para las mercancías que lo cruzaban-, acceso amurallado y también como cárcel municipal.
La acción impulsada por +FIMUC no busca reconstruir esa imagen con exactitud arqueológica, sino resignificarla. El puente efímero, hecho con materiales reci- clados y ensamblado de forma colaborativa por los vecinos, quiere ser un lugar de paso simbólico entre generaciones, territorios y tiempos. Un ejercicio de memo- ria que mira al pasado desde el presente para proyectar nuevas formas de habitar y construir en comunidad.
El proyecto nace con una fuerte vocación pedagógica, comunitaria y simbólica. Desde los primeros encuentros hasta el montaje final, que podrá admirarse du- rante los días del festival, la construcción se articula en torno a valores de soste- nibilidad, economía circular, igualdad y arraigo territorial. Las cajas utilizadas provienen de la colaboración con empresas y comercios locales, así como del teji- do vecinal. Al finalizar el festival, el puente será desmontado, y sus materiales tendrán una nueva vida, reciclados o reaprovechados para otros usos.
La dimensión comunitaria es clave. Durante los talleres abiertos a la participa- ción ciudadana que tendrán lugar del 28 de agosto al 3 de septiembre en el CRV de Covarrubias de 10:00 a 13:30h. y de 16:30 a 20:00h., se trabajará también sobre la historia de Covarrubias y las figuras femeninas que marcaron su devenir: Doña Sancha, Doña Urraca, la princesa Kristina de Noruega. Mujeres que cruzaron puentes reales y simbólicos en un tiempo que aún nos interpela. Su legado está presente en la estética del puente, en los nombres escritos en los bloques, en las conversaciones que se abren durante la acción artística.
El propio Olivier Grossetête, creador de esta metodología que ha recorrido más de una veintena de países, defiende la construcción de grandes estructuras con ma- teriales sencillos como una forma de liberar imaginarios colectivos. Su trabajo ha sido parte de capitalidades europeas como Marsella 2013 o Matera 2019, y en esta ocasión se ancla por primera vez en un entorno rural como Covarrubias. Es una declaración de intenciones: hacer visible la potencia cultural y creativa de los pueblos, no como escenarios, sino como sujetos activos del hecho artístico.
Además, el puente no solo tiene una dimensión formal, sino que se convierte en plataforma de acción. En torno a su construcción se desarrollarán actividades paralelas, convirtiéndose en escenario y lugar de celebración. Un espacio tempo- ral, pero con vocación de dejar huella emocional y social en Covarrubias.
Esta acción colectiva es también un acto de afirmación: Una apuesta por la digni- dad rural y la identidad compartida. En un tiempo en el que muchos pueblos lu- chan por no ser olvidados, levantar un puente entre diferentes vecinos, genera- ciones y orillas es una acto simbólico de afirmación de que seguimos aquí, habi- tando con sentido e intención de permanencia. La representación del puente no
solo reconstruye un símbolo histórico, sino que proyecta un mensaje claro: el mundo rural no consiente que se borre la memoria ni que el abandono cierre los caminos. "Tender puentes", en este contexto, es afirmar que la cultura en los pueblos no es un eco del pasado, sino una fuerza viva que mira al futuro desde el arraigo y la colaboración de todo un pueblo.
Como apunta Cristina Izquierdo, directora de +FIMUC, "la construcción del puente es una forma de devolver a Covarrubias un fragmento de su paisaje perdido de su referencia histórica icónica, pero también un modo de imaginar nuevos caminos compartidos. Es un gesto afectivo y simbólico de resistencia y dignidad rural y una apuesta por la cultura hecha con y para las personas. Esto es una llamada a la colectividad, a la construcción comunitaria de nuestra propia identidad, un símbolo de resistencia desde lo que somos y lo que fuimos para repensar nuevas conexiones y opciones para el futuro nuestro medio rural".
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