Cada europeo genera 177,2 kg al año de residuos de envases según Eurostat.
A todos nos molestan los embalajes innecesarios y queremos tomar medidas al respecto, pero necesitamos alternativas que sean cómodas y seguras. Según las encuestas realizadas por OCU, los consumidores ya estamos tomando medidas para reducir los residuos, como evitar los envases de plástico y preferir productos con menos embalaje. Además, la mayoría de nosotros apoyamos la idea de que las marcas utilicen materiales reutilizables y reciclables.
Sin embargo, lo paradójico es que la gestión de residuos es complicada y a menudo los consumidores no sabemos dónde desechar los envases o si, de verdad, se reciclarán: separarlos no es suficiente.
Al final el problema es bastante básico. Nos enfrentamos a dos desafíos: envases excesivos o no reciclables, y la falta de información clara sobre su reciclabilidad y cómo reciclarlos correctamente.
¿Cuáles son los sistemas para el fin de vida de los envases?
En Europa se han probado en los últimos años diferentes sistemas para el fin de vida de los envases. ¡Hay vida más allá de los contenedores! Te contamos cuáles son:
Contenedores y punto limpio
Los consumidores llevamos los residuos separados a puntos limpios o a contenedores de reciclaje. Este es el más habitual en España.
Sistemas de depósito y devolución de envases de un solo uso
Los consumidores llevan a puntos de recogida envases de un solo uso como botellas de plástico de agua. A menudo se cobra un impuesto al comprar el producto y se combina con un reembolso al devolver los envases. Este modelo se usa en el norte de Europa desde los años 80 y permite reciclar millones de envases de bebidas de un solo uso.
Sistemas de reutilización
Ya lo hacían nuestras madres y ahora se ha vuelto a poner de moda. El concepto es sencillo: usar el envase, limpiarlo y volver a utilizarlo con otro producto. Hay diferentes modalidades:
Rellenado en el hogar
Sirve para productos de limpieza líquidos concentrados o tabletas sólidas que se mezclan con agua en casa en algún envase que ya tengamos. En este caso, los consumidores somos responsables del envase reutilizable, incluyendo su limpieza.
Rellenado en la tienda
Llevamos nuestro propio envase a la tienda, donde lo rellenamos con el producto que hayamos comprado, por ejemplo, en la sección de productos a granel. Aquí también los consumidores somos responsables del envase reutilizable, incluyendo su limpieza.
Devolución en la tienda (envases retornables)
Compramos un producto con su envase y lo devolvemos en la misma tienda o en un punto de recogida cuando hayamos consumido su contenido. Luego las empresas se encargan de la limpieza y redistribución de los envases nuevamente rellenados.
Devolución en el hogar
Este sistema no es muy común, pero es una posibilidad a futuro. Consiste en que las empresas nos traen a casa los productos con sus envases, y luego los recojen cuando los hemos terminado, los limpian y los redistribuyen. Este sistema suele funcionar a través de la suscripción de los clientes a un servicio de entrega y recogida.
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